Providencia los corazones nuestros
trae en vilo como pie contrafuerte,
que trastabillar siempre quiere hacerte.
Quienquiera padece uno o dos siniestros.
Los ciegos y tuertos, zurdos y diestros,
sufren todos el vaivén de la suerte,
nadie escapa si sopla viento fuerte
ni bajo andanada de padrenuestros.
El sabio resiste el golpe orgulloso,
el rico el pobre no burlan la falla,
el canalla se precave doloso.
Del sino nadie salva la medalla.
Quizás mañana, futuro sinuoso,
quede el rico pobre el sabio canalla.