viernes, 8 de febrero de 2019

Soneto 23. Esos ojos mongoloides han visto

Esos ojos mongoloides han visto
(oscurisímos, densos y curiosos)
muchas más letras que otoños lluviosos;
siempre el dueño de anteojos provisto
que de otra manera no viera, insisto,
ni al pensar los disparates ociosos
que apoderarse tentan belicosos
de su buen entendimiento malquisto.
Todavía no graduado aprendiz
–aunque otro hablen las manos de pianista
(solo de talle, mas no de expertiz)–,
oficia de oficioso oficinista
que nutre a carbón su fuerza motriz
quien, lento inseguro, arma su conquista.

2 comentarios:

  1. Fueron las 4 primera líneas las que hicieron evidente, para mí, sobre quién trata este soneto. Gracias por confirmar mi sospecha.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A buen entendedor... Por cierto, ¿cómo sigo o me suscribo a tu resucitado blog?

      Eliminar