Aquella no tan célebre costilla
por la hoz del veloz ladrón perforada
evidencia la perenne y sagrada
crónica; lo propio el hocico chilla
y escorado el predador trastabilla,
la osamenta del brazo fracturada
le recuerda en esa lengua no hablada
lo que ignorar no podría. La arcilla
en la ancestral estepa de Mongolia
bien lo sabe, ni en setenta millones
de años olvida un cardo, una magnolia,
ni la fatal contienda por eones
eternos sostenida; tenaz folia
la sentencia: uno soy, también montones.
Conjunto de fósiles conocido como "Los dinosaurios luchadores", hallado en Mongolia en 1971.
Blog de paleo biología que explica la importancia científica de tales fósiles.
Qué buena versión como ilustración en palabras. Siempre me da escalofrío pensar en toda esa memoria debajo de nosotros que nunca llegaremos a ver.
ResponderEliminarIncreíble lo bien conservados que se encuentran, y la pose realmente merece el verso "la fatal contienda por eones
ResponderEliminareternos sostenida".
Sublime.
ResponderEliminarSolo referir a una imprecisión científica: las que provenimos de las costillas somo las mujeres, del Adán, y no somos na mongólicas que foliamos eternamente así a lo locas
Jaque mate.
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